Cáritas acompañará a 12.000 personas este año para mejorar su acceso al empleo gracias al Fondo Social Europeo

Cáritas Española acaba de resolver la convocatoria correspondiente a 2022 del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social (POISES) cofinanciado por el Fondo Social Europeo (FSE) y que está dotado con un presupuesto total de 15.521.811,34 euros.

Con estos fondos se apoyarán 50 proyectos de itinerarios de inserción sociolaboral, más de 250 cursos de formación socio-laboral, y 26 empresas de inserción en todo el país.

De este importante volumen de recursos, 6.221.598,92 euros se destinarán a proyectos de itinerarios de inserción socio-laboral para personas vulnerables; otros 7.043.058,00 euros a acciones de formación; y los 1.273.978,85 euros restantes a proyectos de economía social, fundamentalmente empresas de inserción

Estos recursos, que forman parte de la convocatoria del POISES 2020-23 y cuyo desarrollo se coordina a través del Equipo de Economía solidaria de Caritas Española, permite apoyar los programas de empleo, formación y economía social de 57 Cáritas Diocesanas de toda España.

El objetivo marcado por Cáritas para 2022 a través del Programa Operativo permitirá acompañar en torno a 5.000 participantes en Itinerarios de inserción socio laboral, unos 4.000 en acciones de formación y 180 más en las empresas de inserción.

Los recursos del Fondo Social Europeo que Cáritas viene manejando desde el año 2000 permite apoyar el acceso al mundo laboral de colectivos en riesgo de exclusión social y ponen en valor el empleo como el mejor medio para avanzar hacia la autonomía personal y la inclusión.

El POISES se ejecuta desde el año 2016 con apoyo del Fondo Social Europeo. En nuestro país se implementa bajo la responsabilidad del Gobierno de España a través de la Unidad Administradora del FSE del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.

Venezuela se enfrenta en Ginebra al Examen Periódico Universal en Derechos Humanos

El Gobierno venezolano se enfrenta hoy, 25 de enero, en Ginebra al Examen Periódico Universal (EPU) ante Naciones Unidas, en el que debe mostrar los avances impulsados en la garantía de los Derechos Humanos.

En el marco de este Examen, las organizaciones venezolanas de la sociedad civil, entre las que se encuentra Cáritas Venezuela, enviaron 115 informes que abordan un total de 34 temas sobre situaciones, problemáticas, abusos y violaciones derechos humanos en el país, con el fin de brindar información de primera mano a los Estados que deseen participar como evaluadores.

9 millones de personas sufren inseguridad alimentaria

Desde el último EPU (noviembre de 2016), el país ha alcanzado la cifra de 9 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria severa. La inflación ha sido particularmente intensa para los alimentos. El coste de la cesta básica ha tenido incrementos interanuales de más del 2000%, mientras que el poder adquisitivo alimentario del salario mínimo oficial no llega al 2% de los alimentos que necesita una familia tipo.

Cáritas Venezuela, que ha centrado su aportación al EPU en el acceso al derecho a la alimentación, está respondiendo a la crisis humanitaria por la que atraviesa el país enfocándose en los capítulos de nutrición, alimentación y salud de menores y mujeres embarazadas y lactantes, acceso al agua potable de las familias en situación de mayor vulnerabilidad y apoyo a personas desplazadas en el interior del país.

844.000 personas atendidas por Cáritas Venezuela

Hasta la fecha, Cáritas Venezuela ha atendido a más de 844.000 personas a través de su red de Cáritas Diocesanas. Además, ha desarrollado un Sistema de Monitoreo Centinela de la Desnutrición Infantil y la Seguridad Alimentaria Familiar para contrarrestar la escasez de datos oficiales actualizados, y publica un Boletín periódico que puede consultarse aquí.

Junto a esta respuesta humanitaria, Cáritas Venezuela desarrolla acciones de incidencia ante organismos de la ONU, como el Consejo de Derechos Humanos y la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales. Estas acciones las lleva a cabo de la mano de la red de Cáritas Internationalis y otras organizaciones de la sociedad civil venezolana.

Apoyo de Cáritas Española

Cáritas Española, además de contribuir económicamente a la respuesta humanitaria en el país, ha hecho llegar al gobierno de España el informe sobre la vulneración del Derecho a la Alimentación elaborado por Cáritas Venezuela de cara al EPU y que incorpora una serie de demandas al Gobierno venezolano. Entre estas cabe destacar las siguientes:

1. Adoptar medidas inmediatas para facilitar la asistencia humanitaria, usando el máximo de capacidades y recursos nacionales e internacionales.

2. Disponer del máximo de sus capacidades y recursos disponibles, nacional e internacionalmente, para satisfacer las necesidades de alimentos de la población bajo su tutela, especialmente hospitales, entidades de protección de población en situación de dependencia y cárceles, así como permitir el libre acceso a estas instituciones a agencias internacionales humanitarias para evaluar y apoyar la satisfacción de estas necesidades.

3. La publicación regular de datos actualizados sobre los procesos del sistema alimentario venezolano y el estado nutricional de la población, así como de estadísticas de escasez, producción nacional, inflación y pobreza.

4. Aceptar una visita del Relator del Derecho a la Alimentación al país para que valore en terreno los riesgos de inseguridad alimentaria, incluidos la malnutrición infantil.

El año 2022 puede ser un año clave en el futuro de Venezuela teniendo en cuenta el proceso de diálogo abierto entre Gobierno y oposición y los resultados favorables a la oposición en las últimas elecciones regionales.

Un estudio desde la mirada de las personas excluidas

Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española, nos da algunas claves de la última investigación de la Fundación FOESSA sobre vulnerabilidad y exclusión, que se presenta hoy en Madrid.

Hoy presentamos un informe que da cuenta del impacto grave y severo que esta nueva crisis ha traído para la población más vulnerable. Pero también este informe enfatiza cómo la estructura social y económica, más allá de la pandemia, lleva décadas generando, sosteniendo y naturalizando las situaciones de pobreza y exclusión social que son una realidad cotidiana para millones de personas y familias; una estructura social y económica que genera desigualdad.

Igual que hemos visto la entrada a esa situación de muchas personas y familias en esta nueva crisis, nos duele confirmar que quien se ha quedado fuera tiene casi imposible volver a entrar; pasan a formar parte de un espacio olvidado al que difícilmente permean las políticas sociales y los derechos más básicos.

Como en ocasiones anteriores, siendo consciente de los desafíos que nos esperan en la cada vez más compleja radiografía de la inclusión en España, la Fundación FOESSA analiza y estudia las fuentes de datos oficiales para conocer esta realidad. Pero una vez más, precisamos de una mirada específica que nace de la propia encuesta de FOESSA desarrollada durante el año 2021, mediante encuestas presenciales. En ella han participado más de 7.000 hogares repartidos por las 17 comunidades autónomas, que nos ha permitido obtener información de casi 18.000 personas.

Es una macro encuesta que supone la primera fuente estadística rigurosa que analiza el impacto social de esta crisis y que goza de una gran fiabilidad estadística, al tener un error muestral del 1,11%.

Se trata de un compromiso impulsado por Cáritas, desde el convencimiento de que no es posible actuar en la realidad social de la pobreza y la exclusión si no contamos previamente con un conocimiento profundo y exhaustivo de la misma que nos permita afinar las respuestas y acompañar de manera eficaz a los destinatarios de nuestra acción.

Es un esfuerzo importante, pero que nos permite extraer relevantes reflexiones sobre la sociedad actual, sobre la sociedad que somos y hacia la que caminamos, y sobre la sociedad que queremos ser. También nos permite reflexionar sobre los retos que se nos presentan si realmente no queremos dejar a nadie atrás, y sobre los compromisos que deberemos asumir como ciudadanos si deseamos optar por vivir en una sociedad cohesionada y que reconozca la interdependencia entre los vecinos de un mismo territorio, de un mismo país y de un mismo mundo.

Nuestro mayor interés es lograr que esta tarea investigadora de FOESSA se realice desde la mirada de las personas excluidas a las que se refiere el papa Francisco y a las que la Confederación Cáritas sitúa siempre en el centro de sus actuaciones.

FOESSA presenta la primera radiografía social completa de la crisis de la COVID-19 en toda España

La precariedad laboral durante la crisis sanitaria se ha duplicado y alcanza a casi 2 millones de hogares.

  • Un tercio de los hogares con todos los miembros en paro (600 mil familias) carecen de algún tipo de ingreso periódico que permita una cierta estabilidad
  • La pandemia ha destapado un nuevo factor de exclusión social: la desconexión digital es el nuevo analfabetismo del siglo XXI
  • 1,8 millones de hogares (casi la mitad de los que están en exclusión social) sufren el apagón digital, lo que significa que viven la brecha digital de manera cotidiana
  • La pandemia ha aumentado la brecha de género: la exclusión social ha crecido más del doble en los hogares cuya sustentadora principal es una mujer
  • La diferencia entre la población con más y menos ingresos ha aumentado más de un 25%, cifra superior al incremento registrado durante la crisis de 2008
  • Hay 2,7 millones de jóvenes entre 16 y 34 años afectados por procesos de exclusión social intensa
  • La exclusión social en hogares con población inmigrante es casi tres veces mayor que en los hogares españoles
  • Tres de cada diez familias se han visto obligadas a reducir los gastos habituales en alimentación, ropa y calzado
  • Las tasas más elevadas de exclusión social se dan en el Sur y el Este del país, junto con Canarias

Bajo el título «Evolución de la cohesión social y consecuencias de la Covid-19 en España», Cáritas y la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de la Sociología Aplicada) han presentado esta mañana en Madrid la primera radiografía social completa de la crisis provocada por la pandemia.

El informe, presentado por Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española, y Raúl Flores, coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas y secretario técnico de FOESSA, alerta de que la cohesión social en nuestro país ha sufrido un “shock” sin precedentes como consecuencia de la tensión que ha sufrido la actividad económica y el empleo a causa de la irrupción del SARS CoV-2.

Según la investigación –llevada a cabo por un equipo de más de 30 investigadores procedentes de más de diez universidades y entidades de investigación social—, la precariedad laboral durante la crisis sanitaria se ha duplicado y alcanza a casi 2 millones de hogares que dependen económicamente de una persona sustentadora principal que sufre inestabilidad laboral grave. Lo que significa que en el último año ha tenido: 3 o más meses de desempleo, 3 o más contratos diferentes, en 3 o más empresas distintas.

“Se ha producido -señala Raúl Flores- un empeoramiento de las condiciones de trabajo que genera más trabajadores pobres y trabajadores más pobres y menos realizados personal y socialmente”. A lo largo de 700 páginas, el informe Foessa confirma además que “lo que empobrece a muchos trabajadores no solo es un salario insuficiente, sino muchas veces trabajar una jornada de 3 horas cuando podrían y desearían trabajar una jornada completa, o la temporalidad y estacionalidad de los contratos”.

Durante la crisis, la situación de que el sustentador del hogar se encuentre en paro de larga duración ha alcanzado a 800 mil familias y el desempleo total familiar, casi se ha duplicado, es decir hay casi dos millones de núcleos familiares donde todas las personas activas están en paro. Y a pesar del aumento de la protección social no se ha logrado compensar esta situación y un tercio de estos hogares (esto es, 600 mil familias) carece de algún tipo de ingreso periódico, predecible, que permita una cierta estabilidad y capacidad de generar proyectos vitales.

Teniendo en cuenta de que la principal fuente de ingresos de los hogares españoles son las rentas del trabajo, la crisis sanitaria no ha hecho más que agudizar aún más la desigualdad. En términos de renta, el informe elaborado a partir de una encuesta a más de 7.000 hogares, revela que la diferencia entre la población con más y menos ingresos ha aumentado más de un 25 por ciento, cifra superior al incremento que tuvo durante la crisis de 2008.

Para la secretaria general de Cáritas, “uno de los aspectos diferenciales de esta crisis es la profundización de la brecha de desigualdad en nuestra sociedad, donde los grandes damnificados por la Covid-19 son precisamente las personas y familias más frágiles y desfavorecidas, a quienes no ha llegado las respuestas públicas del denominado escudo social”.

La brecha digital, un nuevo factor de exclusión

La pandemia, además, ha destapado un nuevo factor de exclusión social: la desconexión digital, el nuevo analfabetismo del siglo XXI.

La investigación coordinada por los catedráticos Luis Ayala Cañón, Miguel Laparra Navarro y Gregorio Rodríguez Cabrero, revela que casi la mitad de los hogares en exclusión social sufren el apagón digital, lo que significa que 1,8 millones de hogares viven la brecha digital de manera cotidiana, algo que afecta especialmente a los hogares conformados solo por personas de 65 y más años y a personas que viven solas.

Este apagón digital supone dificultades serias para más de 800.000 familias (4,5% de los hogares) que han perdido oportunidades de mejorar su situación debido a cuestiones digitales/ falta de conexión, de dispositivos informáticos o de habilidades digitales.

La pandemia ha aumentado la brecha de género

La pandemia además ha aumentado la brecha de género. Esta crisis, en 2020, ha tenido más impacto en sectores más feminizados, como el comercio o la hostelería, lo que ha implicado un retroceso mayor para muchas mujeres en términos de integración social.

Mientras que la tendencia general en hogares encabezados por hombres ha sido el descenso de la integración plena a la precaria, en hogares encabezados por mujeres ha prevalecido el descenso de la integración precaria a la exclusión.

La exclusión social en los hogares encabezados por mujeres ha pasado del 18% en 2018 al 26% en 2021, un incremento que multiplica por 2,5 el registrado durante el mismo periodo en el caso de los hombres (que pasaron del 15% al 18%).

“Por un lado, estas diferencias de género han permanecido ausentes de debates tanto políticos, como mediáticos -apunta Raúl Flores- y, por otro, al margen de los cambios en la coyuntura económica y social, la desventaja acumulada por razón de género permanece, algo que remite a cuestiones de tipo estructural y que es importante tener en cuenta de cara a diseñar políticas públicas eficaces”.

Ser joven, un factor de exclusión en sí mismo

Ser joven es otro de los factores de exclusión que ha sacado a la luz la crisis sanitaria de la Covid-19. Según los resultados que arroja el informe Foessa, en España hay 2,7 millones de jóvenes entre 16 y 34 años afectados por procesos de exclusión social intensa y multidimensional que les impide realizar proyectos de vida para transitar hacia la vida adulta.

En 2021 se sumaron más de 650.000 nuevas personas jóvenes (16-34) a la situación de exclusión, la mayoría en situación de exclusión severa. Son 500 mil personas jóvenes más con respecto a 2018 que están afrontando situaciones de especial complejidad, lo que hace un total de 1,4 millones de jóvenes en situación de exclusión severa.

A nivel generacional, la tasa de exclusión de la población menor de 30 años es algo más de tres veces superior a la de la población mayor de 65 años y la tasa de exclusión severa se llega a multiplicar por cinco entre ambos grupos etarios.

“Hay un grupo de jóvenes -subraya Flores- que ha experimentado ya dos crisis muy importantes justo en una fase esencial de sus proyectos vitales en los que se plantea la transición al empleo, a la vida adulta, la emancipación o la construcción de nuevos hogares: a los que tenían 18 años en 2008 les ha alcanzado la crisis de 2020 con 30 años”.

La población inmigrante, la más perjudicada en varios frentes

Si el factor etario es algo más novedoso, la nacionalidad de origen sigue una tendencia ya habitual y, por desgracia, persistente. El 50,3% de los hogares con extranjeros están en situación de exclusión social en 2021, es decir, la exclusión social en estos hogares es casi tres veces mayor que en los hogares españoles.

No obstante, resulta todavía más determinante la incidencia de la etnia en la intensificación de la exclusión social, en 2021, el 70,5% de los hogares gitanos se encuentra en exclusión social, cifra que triplica la del conjunto de los hogares españoles.

La población inmigrante además ha sufrido una tasa de incidencia de la Covid-19 casi 3 puntos porcentuales mayor que entre la población de origen español. Las razones son claras: unas peores condiciones de vida, con viviendas peor ventiladas por las condiciones de acondicionamiento de la vivienda y con más hacinamiento; así como menores recursos para adoptar medidas preventivas y una mayor exposición por sus empleos.

“Este informe de hoy enfatiza -según Natalia Peiro- cómo la estructura social y económica, más allá de la pandemia, lleva décadas generando, sosteniendo y naturalizando el sufrimiento de situaciones de pobreza y exclusión social que son una realidad cotidiana para millones de personas y familias. Una estructura social y económica que genera desigualdad, donde quien se ha quedado fuera tiene casi imposible volver a entrar”.

La desigualdad también tiene un impacto territorial

La crisis provocada por la pandemia ha tenido un impacto diferenciado a nivel territorial debido a las diferentes estructuras demográficas, el modelo productivo y la trayectoria de protección social. La investigación permite observar la realidad de 10 de las 17 CCAA. De forma global, las tasas más elevadas de exclusión social se dan en el Sur y el Este, junto con Canarias. Se mantiene la tendencia existente en el anterior FOESSA de 2018.

Las diferencias territoriales de la exclusión social en España son en torno al 16% en Asturias o Euskadi, y del 29% en Canarias o Cataluña.

Sin embargo, al atender a las dimensiones de la exclusión, encontramos diferencias territoriales que indican dónde deben poner el foco algunas comunidades. En particular, la exclusión del empleo ha tenido más incidencia en Murcia, Andalucía o Canarias; la exclusión del consumo es más propia de comunidades como Madrid o Cataluña, mientras que la exclusión del derecho a la vivienda se da sobre todo en Canarias o Cataluña.

Estrategias de las familias para sobrevivir

Durante la pandemia, las familias han tenido que desplegar distintas estrategias para no verse arrastradas por la marea. La estrategia de reducción de gastos habituales en alimentación, ropa y calzado alcanza a prácticamente a 3 de cada 10 familias en España, y se multiplica por dos entre los hogares que sufren exclusión social.

Más de tres de cada diez familias (34%) considera que la pandemia ha tenido bastante o mucho impacto en el deterioro de sus relaciones sociales. El aislamiento, el distanciamiento social y la aversión al riesgo de contagiarse, expresadas como principales formas de autocuidado, han influido en la contención de los apoyos informales entre los hogares.

Entre 2018 y 2021 ha disminuido el porcentaje de personas que han ayudado o ayudan a otras personas y, en menor medida, también el de personas que han tenido o tienen alguna persona que pueda ayudarle. Este debilitamiento de los vínculos externos al hogar sigue siendo más acusado en los hogares en exclusión severa y en hogares monoparentales compuestos por madres con descendencia.

Nivel de activación alto entre las familias desfavorecidas

Frente a la imagen de pasividad que tienen las familias en situación de vulnerabilidad, el nivel de “activación” es muy alto. Incluso en 8 de cada 10 hogares desfavorecidos la activación es fuerte, ya sea porque consiguen trabajar, porque estudian o se forman para mejorar su empleabilidad, o porque participan de programas de los servicios sociales o de entidades del tercer sector como Cáritas para avanzar en su salida de la pobreza o la exclusión.

“La activación de las familias en pobreza y exclusión es muy alta, incluidas aquellas a las que llegan las prestaciones asistenciales, demostrando así la falsedad del supuesto efecto desincentivador del sistema de prestaciones”, señala Raúl Flores.

Retos y propuestas

La crisis de la Covid-19 está dejando una profunda huella que incide en los lastres de la Gran Recesión de 2008-2013 que no fueron plenamente resueltos en el siguiente periodo de recuperación.

Frente a situación, el informe Foessa y Caritas Española consideran necesario perfeccionar el sistema de protección social a futuro con las siguientes propuestas:

1. Mantener de manera estable para el futuro las medidas provisionales tomadas en el caso de la salud, la vivienda o la protección social con las necesarias adaptaciones a periodos de estabilidad económica. El reto del sistema de protección social es evitar que estas nuevas situaciones de vulnerabilidad e intensificación de la exclusión severa se transformen en crónicas.

2. Mejorar la cobertura del Ingreso Mínimo Vital, ya que supone un notable avance social para corregir el desequilibrio entre la protección social de la población laboral estable y aquella que es precaria o en situación de exclusión social. De los 850.000 hogares beneficiarios previstos inicialmente, a septiembre de 2021, sólo 315.913 hogares, el 37% de los previstos inicialmente. Una media de 2 personas beneficiarias por cada 10 personas en situación de pobreza severa en España.

3. Reimpulsar el modelo de estado de bienestar en su conjunto, con una orientación clara hacia el acceso a los derechos como canal para la inclusión social y el “rescate” de los sectores más excluidos.

4. Implementar medidas que reduzcan la hiperflexibilidad, mejorando la organización social del tiempo de trabajo también en los empleos de sectores excluidos, no cualificados, en empleos temporales y precarios – los sectores llamados “esenciales” de la limpieza, la hostelería y las labores agrícolas entre otros -, y que acaben con las situaciones de irregularidad.

5. Deberían complementarse, así mismo, los salarios escasos con otras medidas redistributivas, a modo de estímulos al empleo, bien a partir de prestaciones complementarias para los trabajadores de bajos salarios, bien como deducciones fiscales reembolsables.

6. Entre los retos pendientes, también está el de garantizar un sistema de salud público de calidad y el de un cambio de estrategia y paradigma en el ámbito de la atención a personas en situación de dependencia y con necesidad de cuidados.

7. Poner en marcha políticas frente a la exclusión residencial, ya que desde 2018 se ha duplicado el porcentaje de hogares que residen en viviendas insalubres (hasta el 7,2% en 2021) o en situación de hacinamiento (hasta el 4% en 2021). Además, la COVID-19 ha hecho empeorar o tensionar la mayoría de los indicadores de acceso y mantenimiento de la vivienda. Casi se duplica el número de hogares, pasando de 1,1 a más de 2 millones, que sufrieron retrasos, o no tuvieron dinero suficiente, para el pago de alguno de los gastos relacionados con la vivienda, como el pago del alquiler o la hipoteca.

8. Superar la brecha educativa provocada por el apagón digital. Las políticas públicas deberán poner los medios necesarios para que todas las personas puedan superar la brecha digital. Por término medio, en 2020 un 15% de los hogares con menores de 15 años indican que sus calificaciones son peores que en 2019. Un porcentaje que aumenta de forma considerable en los hogares más vulnerables: el 31% de hogares en los que viven niños, niñas y adolescentes (NNA) de minoría gitana y el 25% de hogares del cuartil más bajo de ingresos.

9. Avanzar hacia servicios sociales adaptados a las realidades sociales del siglo XXI. Ante los enormes retos globales que afrontan las políticas sociales como son, entre otros, el envejecimiento de la población, la lucha contra la exclusión social, la protección de menores vulnerables y la integración de la población inmigrante, precisamos de servicios sociales adaptados a las nuevas realidades sociales.

Anteproyecto de la Ley de Cooperación: un paso importante que exige compromisos más amplios

Cáritas Española comparte la valoración hecha pública por la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo –de cuya Junta de Gobierno forma parte— sobre el Anteproyecto de Ley de Cooperación aprobada por el Consejo de Ministros del pasado martes 11 de enero.

Este es el análisis difundido por la Coordinadora:

Anteproyecto de la Ley de Cooperación: un paso importante que exige compromisos más amplios

La propuesta presentada supone un avance notable con respecto a la Ley del 98. Después de una década perdida para la cooperación, la apuesta por cumplir con el compromiso del 0,7% en 2030 es positiva. Ahora es necesario establecer una hoja de ruta clara en la que participen los distintos actores de la cooperación. Establecer tareas concretas y plazos es clave.

El anteproyecto es un buen punto de partida, pero los enormes retos globales que enfrentamos exigen medidas que garanticen que la acción exterior cumple la Agenda 2030 y respeta los derechos humanos y el planeta. Esta cuestión debe ser fortalecida por la Ley.

El sistema de cooperación vive una reforma integral. El anteproyecto presentado por el Gobierno es una pieza más de un amplio proceso que debe ser aprobado con el mayor consenso posible. La discusión que se realizará los próximos meses en el Congreso será una buena oportunidad para concretar la propuesta y garantizar que la cooperación sea una política de Estado que esté a la altura de los desafíos globales.

Tras una década perdida para la cooperación, el Gobierno y los partidos políticos tienen una oportunidad para construir una propuesta que esté a la altura de los desafíos globales actuales. Tienen la oportunidad de responder a una ciudadanía que demuestra sistemáticamente su compromiso con la cooperación. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán determinantes para contar con una ley que permita que el país esté a la altura del contexto mundial actual.

La apuesta por cumplir con el 0,7% en 2030 y destinar el 10% a la acción humanitaria es un paso positivo que responde a los compromisos asumidos históricamente. También es muy positivo que los objetivos que contempla estén ligados a la lucha contra la pobreza y la desigualdad desde un enfoque de derechos humanos y medioambiental.

El fortalecimiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID), con un estatuto propio y con un refuerzo de los recursos humanos es una cuestión que veníamos demandando desde hace tiempo. El refuerzo de la AECID es una buena noticia para el buen funcionamiento del sistema de cooperación.

Cuestiones clave que deben ser incluidas en la Ley

La tramitación de la Ley inicia un camino que exige concretar algunas cuestiones esenciales para garantizar que está a la altura de la situación mundial actual, que contribuye a la garantía de los derechos humanos y a la protección del planeta, y que demuestra la responsabilidad de España en el mundo.

– La Ley debe recoger con más claridad la necesidad de un cambio de enfoque a la hora de enfrentar los retos globales. Debe ser una ley realmente transformadora y eso pasa necesariamente por un enfoque feminista y ecologista y por la protección del espacio cívico (el derecho ciudadano a organizarse colectivamente para participar en los asuntos públicos).

– La cooperación debe ser el centro de la acción exterior y guiar el resto de políticas; la Ley debe promover la coherencia de todas las políticas con la garantía de los derechos humanos y la protección del planeta.

– El papel de la sociedad civil (diversa y plural), tanto española como del Sur global, debe ser reconocido de manera específica. El texto no reconoce el papel de la ciudadanía y de las ONGD en la construcción histórica del sistema.

En un contexto mundial de regresión democrática, crecimiento de las desigualdades, el hambre o los conflictos, reiteramos nuestra disposición para construir, junto al Gobierno y los partidos políticos, una política de Estado que responda con rigor y eficacia a tales desafíos.

Inscríbete en el Curso de Operaciones Básicas de Cocina

Hasta el día 2 de febrero permanecerá abierto el plazo de solicitud para participar en el próximo curso que organiza nuestro Programa de Empleo, Curso de Operaciones Básicas de Cocina.

Se trata de una actividad gratuita dirigida a personas desempleadas que quieran profundizar o reorientar su perfil profesional en un sector predominante en nuestro mercado laboral como es el de la hostelería.

A través de esta formación los alumnos se iniciarán en el aprendizaje de las labores propias de un Ayudante de Cocina.

Preelaborar alimentos, preparar y presentar elaboraciones culinarias sencillas y asistir en la preparación de elaboraciones más complejas, ejecutando y aplicando operaciones, técnicas y normas básicas de la manipulación, preparación y conservación de alimentos.

Aquellas personas interesadas en participar podrán pedir cita previa con el Programa de Empleo llamando al 982 24 20 09.

Acción formativa desarrollada por el Programa de Empleo de CÁRITAS DIOCESANA DE LUGO cofinanciado por el Fondo Social Europeo, en el marco del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social POISE 2020-2023, y la Consellería de Política Social con cargo a los fondos del 0,7% del IRPF.

Regalos de Reyes

Los pajes han dejado los regalos de Reyes en Cáritas Interparroquial de Monforte.

Vamos a dejarlos preparados para que esta noche Sus Majestades los Reyes Magos hagan el reparto.

No olvidéis dejar leche y galletas a los Reyes.

Niños a la cama tempranito. Qué ilusión!!!!!

Trabajar juntos por un 2022 mejor

El presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón, pide que todos “pongamos nuestro gran grano de arena para salir adelante, juntos, en cualquier circunstancia”.

Comenzamos este año 2022 en Cáritas llenos de esperanza e ilusión renovadas; esperanza en este mundo y en nuestra institución y con el profundo deseo de que seamos capaces de poner en práctica las lecciones aprendidas en esta pandemia.

Comenzamos con fuerza para seguir luchando por no dejar a nadie atrás, en la creencia de que las desigualdades tan profundas acrecientan y son la peor pandemia que nos puede asolar y que nos afectan a todos.

Nuestra esperanza nace del Evangelio que nos inspira y tiene la mirada puesta en el Sínodo que mostrará una Iglesia unida, en marcha, alerta, donde todos y cada uno de nosotros tenemos una misión que cumplir.

Este 2022 será un año que fortalecerá nuestra solidaridad, nuestro sentido de justicia y de fraternidad en un mundo interconectado donde todos tenemos la responsabilidad de conservarlo juntos, para toda la Humanidad.

Cuidemos nuestra “casa común”, miremos a todos los portales que tenemos en nuestro camino, donde hay familias que nos necesitan, y pongamos nuestro gran grano de arena para salir adelante, juntos, en cualquier circunstancia.

En Cáritas estamos “en ello” y necesitamos de todos los que año tras año nos dan su confianza y su respaldo. Seguimos contando con todos.

Taller de Psicología

Ayer tuvimos la última sesión del año del Taller de Psicología en el que los participantes e aprenden y se llevan a casa trucos, consejos y recomendaciones que les permiten reconocer y gestionar sus emociones, que sin duda serán útiles para su día a día.

Este taller está organizado por el Programa de Atención a Personas con Discapacidad.

CARTA A LOS REYES MAGOS EN SARRIA

Los niños de Caritas Interparroquial de Sarria, en la Campaña “Un rey mago, un regalo” han escrito sus cartas a sus majestades pidiéndoles un regalo.

Todos ellos se han portado muy bien este año y han hecho sus peticiones con toda la ilusión de que el día de reyes tendrán el regalo soñado en sus casas.

A los Reyes Magos que quieran hacer de esta ilusión una realidad pueden llamar al teléfono 
604 07 68 89 y un paje les atenderá.
 
Feliz Navidad y Felices Reyes!!!