EXCLUSIÓN Y DESARROLLO SOCIAL EN ESPAÑA

EXCLUSIÓN Y DESARROLLO SOCIAL EN ESPAÑA
Análisis y Perspectivas 2012

RESUMEN DE DATOS

[Leer/descargar en PDF el resumen_FOESSA_2012]

NIVELES DE RENTA
La evolución de la renta media de la población española ha descendido desde
unos 19.300 euros en el año 2007 a 18.500 euros en 2010, lo que supone una
reducción cercana al 4%.
 Cotejados estos datos con la evolución de los precios, el descenso de la renta
media es todavía más acusado. El efecto conjunto de caída de la renta nominal y
de crecimiento de los precios hace que la renta disponible por persona se haya
reducido en términos reales cerca de un 9% entre 2007 y 2010.
– La merma del nivel medio de ingresos de la población española indica una
acusada pérdida de bienestar, que ha ido creciendo con el paso del tiempo.
– La distancia entre la renta correspondiente al 20% más rico de la población y al
20% más pobre pasó de un valor de 5,3 en 2007 a otro de 6,9 al término de 2010.
Tal aumento ha sido el mayor de los 27 Estados de la Unión Europea y supera
con creces la experiencia de cualquier otro país.
– Entre los países de mayor renta de la Unión, el crecimiento de la desigualdad
en España más que duplicó el de Francia, triplicó el de Alemania y fue casi cinco
veces mayor que el de la media de la UE-15.EMPLEO
– Las tasas de actividad de la población española se mantienen en los últimos
años a un nivel casi constante, equivalente al 60% de la población mayor de 16
años.
– La tasa de desempleo de 2011 (23% de la población activa) es la más alta de
todos los 27 Estados de la UE y se distancia considerablemente de la media de
este conjunto de países (9,7%). Este dato contrasta con el que había en 2005, en
la que tan solo dos décimas separaban la tasa de desempleo española (9,2%) de
la de la UE-27 (9,0%).
– Parados de larga duración: A finales de 2011, la proporción de desempleados
que llevaban doce meses o más buscando empleo en España fue uno de cada
dos. Esa cifra más que duplica la que había al terminar 2007 (22,7%).
Paradójicamente, hasta 2011 el porcentaje de parados que llevaban en esa
situación más de un año en España era inferior al promedio de la UE-27, una
diferencia que llegó a ser todavía mayor a mediados de la pasada década (24,5%
y 46,1% en España y la UE-27, respectivamente, en 2005).
La razón de esta diferencia es la mayor transitoriedad del desempleo en España
en las etapas expansivas, muy ligada a los mayores porcentajes de temporalidad
de los asalariados. Tal proceso se explica por el demoledor efecto que ha tenido
la crisis sobre los trabajadores con contratos eventuales, que en un porcentaje
importante pasaron de esta situación a la de desempleo.
– Distribución intrafamiliar del desempleo: La tasa de desempleo de los
sustentadores principales del hogar se mantuvo durante la fase de crecimiento
económico anterior a 2007 en niveles muy bajos, alcanzando en los años
anteriores a la crisis valores cercanos al 5%. A partir del cuarto trimestre de 2007,
la tasa comenzó a crecer rápidamente hasta triplicarse, alcanzando a finales de
2011 el valor del 19% del total, que constituye su máximo histórico.
Una tendencia parecida se registró entre los hogares con todos sus activos en
desempleo, que si suponían cerca del 2,5% del total antes del inicio de la crisis, a
finales de 2011 el porcentaje se había más que triplicado hasta superar el 9% del
total, creciendo incluso a un ritmo superior que el de la propia tasa de paro.

POBREZA Y PRIVACIÓN
– La proporción de hogares por debajo del umbral de pobreza es cercana al 22%.
El umbral de pobreza para una persona sola en 2010 fue de 7.800 euros, lo que
supuso un descenso respecto a 2009, cuando la línea se aproximó a los 8.000
euros (datos ECV).
– Este crecimiento de la pobreza se ha concentrado especialmente en los
hogares con sustentadores principales jóvenes y en los hogares con menores.
– Distribución territorial de la pobreza: El riesgo de pobreza sigue mostrando
una marcada concentración en el suroeste peninsular y en Canarias. En el año
2010, la comunidad autónoma con mayor tasa de pobreza, Extremadura,
superaba a Navarra –la comunidad con menor incidencia de este problema.– en
más de treinta puntos porcentuales (7,3% y 38,2%, respectivamente).
– Contrastan también las tasas del País Vasco (11,6%) y Asturias (12,3%) con
las de aquellas comunidades con los niveles de pobreza más altos, que, además
de Extremadura, son Canarias (31,1%), Andalucía (30,1%) y Murcia (29,2%).
– Hogares sin ingresos: El porcentaje de hogares que no reciben ingresos ni
del trabajo, ni de prestaciones por desempleo o de la Seguridad Social afectaba a
finales de 2011 a un 3,3% de los hogares españoles, cifra un 34% más alta que la
que había al comienzo de la crisis. En términos absolutos, a finales de 2011 este
problema afectaba a 580.000 hogares (datos EPA).
– Este fenómeno está registrando es un crecimiento sin precedentes, superando
en casi 150.000 hogares el valor máximo registrado en los últimos 25 años. La
creciente incidencia de esta manifestación extrema de la pobreza cuestiona las
posibilidades del sistema de protección a los desempleados y de la protección
social en general para hacer frente a la crisis.
– La tasa de pobreza en España es una de las más elevadas de la Unión
Europea. Frente al promedio del 16,4% en la UE-21, la tasa española alcanzó un
valor cinco puntos más alto en 2010, sólo superada por Rumanía y Letonia,
duplicando los valores de países como Holanda (10,3%) y muy superior a Francia
o los países nórdicos, con valores similares (13%).
– Un indicador muy representativo de las carencias de los hogares y de su
pérdida de bienestar durante la crisis es la dificultad para llegar a fin de mes, dado
que suele predecir bien la evolución de las situaciones de inseguridad económica.
El dato más reciente (2010) revela que cerca de un tercio de la población declara
tener dificultades de este tipo. De nuevo se constata el efecto negativo de la crisis
sobre esta dimensión, al pasar de un porcentaje del 27% en 2007 a otro del 30%
en 2010.
– Los efectos de la crisis en los hogares se manifiestan también en condiciones
de bienestar básicas, donde se aprecia una tendencia de empeoramiento, como
es el caso de poder disfrutar de vacaciones una semana al año; disponer de una
comida de carne, pollo y pescado de manera regular; mantener la vivienda a una
temperatura adecuada; y, sobre todo, la capacidad de poder hacer frente a los
gastos imprevistos. A finales de 2010, cerca de un 41% de los hogares españoles
eran incapaces de cubrir esta necesidad.

DERECHOS Y SERVICIOS SOCIALES
– 2011 ha sido un año de retroceso en algunos derechos sociales básicos por los
recortes introducidos en varios servicios, como la educación o la sanidad.
– Gasto social: Los indicadores de gasto social, ya sea en términos de PIB o per
cápita, revelan el largo trecho que le queda a la sociedad española para
acercarse a los niveles medios de otros países europeos en la inversión de
recursos que favorezcan la igualdad social. Los niveles de gasto social en España
están todavía muy por debajo de los de la mayoría de los países de nuestro
entorno y de los países con mayor nivel de renta de la Unión Europea.
– El dato más reciente disponible muestra que la distancia respecto a los países
del euro todavía es superior a 15 puntos —antes de la crisis esa diferencia era
mayor de 20 puntos—, pese al mayor aumento de los gastos en España por el
comportamiento diferencial del desempleo. Las diferencias son todavía muy
marcadas incluso respecto a países no tan lejanos en nivel de renta, como Italia, y
especialmente acusadas si la comparación se establece con las economías más
fuertes (25 puntos de distancia con respecto al indicador de Alemania).
– Salario mínimo: Después de los importantes aumentos registrados hasta el
inicio de la crisis, superiores incluso al 5% en 2008, el crecimiento del salario
mínimo fue notablemente más moderado en 2010 y 2011, con incrementos por
debajo del 1,5%. Cabe contemplar con preocupación la decisión adoptada a
finales de 2011, dentro del conjunto de medidas de ajuste, de congelar el salario
mínimo en el año 2012. La brecha entre los salarios de los trabajadores con
remuneraciones más bajas y la media, que se ensanchó drásticamente en los
primeros años de la crisis, podría aumentar todavía más.
– Pensiones: Una de las medidas más drásticas del programa de contención del
gasto público de 2010 fue el recorte en la actualización de las prestaciones por
jubilación. En 2011, el crecimiento del importe de la pensión media, por debajo del
3%, fue mucho más pausado que el de años anteriores, cuando las tasas de
variación interanuales duplicaron ese valor.
La caída en la cobertura económica proporcionada por las prestaciones de vejez
es especialmente visible en el caso de las pensiones no contributivas, con
crecimientos en 2010 y 2011 del 1%, que quedaron muy por debajo de los de
años anteriores, cuando el crecimiento llegó a ser superior al 5%.

– Sistemas de garantías de ingresos mínimos: El instrumento general para
ofrecer una protección básica a los hogares sin recursos en España son los
programas de rentas mínimas de inserción establecidos por las comunidades
autónomas.

– De la cifra relativamente estable de 100.000 hogares beneficiarios antes de la
crisis se pasó a otra que casi duplicaba ese valor en 2010. Se trata del
crecimiento más importante en las dos décadas de vigencia de estos
instrumentos, que ni siquiera en la primera mitad de los años noventa tuvieron un
ritmo de crecimiento tan alto.

– Este notable incremento de beneficiarios no se ha repartido de manera
homogénea por comunidades autónomas. La respuesta a la crisis ha sido muy
diferente, dependiendo tanto de los recursos disponibles y las posibilidades de
cada Gobierno regional como de la incidencia de las situaciones de insuficiencia
de ingresos que se explica por los recursos más limitados de las regiones con
mayores tasas de paro y por la diferente iniciativa política en la expansión de los
sistemas para dar cobertura a las nuevas necesidades.

– Vivienda: El porcentaje de hogares que sufren retrasos en el pago de gastos
relacionados con la vivienda ha crecido notablemente, acercándose al 7% del
total (datos ECV). Un indicador más directo es el de sentencias de ejecuciones
hipotecarias: en el año 2010 fueron casi 100.000 los procesos de este tipo,
multiplicándose por cuatro con respecto a los registrados en 2007 (datos CGPJ).

Los datos ofrecidos por Cáritas en julio de 2011 ponen de manifiesto que en
2010 se realizaron más de 50.000 respuestas de ayuda económica para temas de
vivienda.

A pesar de que el precio de la vivienda en España intensificó la caída en el
tercer trimestre de 2011 —tal y como se esperaba, acumulando un descenso del
17,7% (24,1% en términos reales) desde que alcanzara el máximo—, nos
encontramos con valores que todavía conllevan un importante esfuerzo para las
familias (un 36,1% de sus ingresos).
A finales de la década de los noventa, comienza una espiral de consumo de
vivienda en propiedad, en el que las familias españolas pasan de tener un
endeudamiento familiar del 45% en 1995, al 76,7% en 2001, y al 143% en 2008.

– Educación: Uno de los indicadores más representativos de las mejoras o
frenos del desarrollo social es la incidencia del fracaso escolar. Antes de la
crisis, el porcentaje de jóvenes que abandonaban los estudios al cumplir los 16
años era superior al 30%, cifra que duplicaba la de la Unión Europea. Con el
aumento del desempleo, sobre todo en el sector de la construcción, que había
acogido a una parte importante de los jóvenes sin cualificación, se ha frenado la
tendencia al aumento de las salidas, si bien el porcentaje de abandono sigue

siendo todavía muy alto (28%).

– Dependencia: La aprobación de la Ley de Dependencia supone un hito
histórico en el reconocimiento de los derechos sociales de las personas que, por
razones de edad, discapacidad o enfermedad no pueden llevar a cabo
determinadas actividades básicas de la vida diaria. Entre los factores de avance
social que debemos reconocer en el desarrollo de este derecho subjetivo está el
haber trascendido el ámbito familiar para convertirse en una labor en la que se
ven implicadas no solo las Administraciones públicas, sino también los agentes
sociales y empresariales y las organizaciones de la sociedad civil organizada.
A fecha de 31 de diciembre de 2011, hay un total de 752.005 personas
beneficiarias de la Ley de Dependencia que reciben prestaciones, lo que
representa el 1,6% sobre el total de la población en España. El 77,7% de las
personas beneficiarias del Sistema tienen más de 65 años y el 66,6% son
mujeres, en clara concordancia con que la dependencia es un fenómeno muy
relacionado con la vejez.
En el tipo de prestaciones que reciben destacan especialmente las económicas
destinadas a los cuidadores familiares y no profesionales, que alcanza el 45,4%,
seguido de la tele-asistencia, con un 13,5%, y la atención en centros
residenciales, con un 13,4%. Esta orientación supone un fuerte menoscabo del
desarrollo de los servicios que afecta negativamente al empleo de profesionales y
reduce los retornos que estos aportarían por la vía de los impuestos.

ESTRATEGIA EUROPEA 2020
La población en riesgo de pobreza en la Unión Europea supera los 115
millones de personas, de las que más de 40 millones se encontraban en 2010 en
situación de grave privación material (1,8 millones en España).
En 2010, el 12,1% de los trabajadores ocupados en la UE estaban en riesgo de
pobreza (10,4% en la Eurozona, 14,4% en España). En nuestro país son 940.000
el número de personas que, aunque tienen empleo, no por ello dejan de ser
pobres y se encuentran en situación de privación material severa. En esta misma
situación se encuentran en toda la UE un total 21,5 millones de personas, que, a
pesar de tener trabajo, son pobres.
Los sistemas de protección social permiten sacar de situación de riesgo de
pobreza y exclusión a más de 35 millones de personas en la UE (datos de
Eurostat).
Entre 2005 y 2010 los «trabajadores pobres» se han reducido del 23,2% al
14,1% en los nuevos países miembros del centro y este de Europa. Por el
contrario, en la Eurozona (países con el euro como moneda única) la tasa media
se mantiene en el 3,5% en ese mismo período.

COOPERACIÓN INTERNACIONAL
El balance de la cooperación española al desarrollo de los últimos años ha
venido mostrando más luces que sombras. La evolución experimentada a lo largo
de las dos últimas legislaturas ha evidenciado notables progresos y, aunque no se
han eliminado las principales deficiencias estructurales, sí se han identificado y
dado pasos significativos para su mejora.
Cuando aún no existen datos oficiales sobre la AOD del año 2011, todo parece
indicar que se habrá reducido a escala global y que el logro de los ODM tendrá
que posponerse inevitablemente. En Europa —responsable del 60% de la AOD
procedente de la OCDE— la preocupación por la contención del déficit público
plasmada en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento implicará una caída de la AOD
similar a la que se produjo cuando se aplicó el Plan de Convergencia que dio
origen al euro.
En el caso español se estima que, en el año 2011, el recorte efectivo de la
AOD no habrá sido inferior al 20%.

Deja una respuesta