Día para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer: La Covid dispara la vulnerabilidad de las mujeres acompañadas por Cáritas

Cáritas pone el foco, ante la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, en el agravamiento de la situación de vulnerabilidad de las mujeres víctimas de violencia, que acompaña a través de los 30 proyectos de Mujer desarrolladas por 22 Cáritas Diocesanas en toda España.

Problemas agravados a causa de la pandemia

A través del trabajo con estas mujeres –en el último año Cáritas acompañó a 4.231 víctimas de violencia—, testigos de historias de vida muy complejas macadas por la agresión y el maltrato que les generan graves consecuencias tanto físicas como psicológicas, se constata cómo la pandemia sanitaria provocada por el coronavirus está doblando o triplicando sus condiciones de vulnerabilidad y las de sus familias.

Algunos de los problemas que se están detectando son los siguientes:

– Agravamiento de las dificultades económicas, relacionadas con la pérdida de ingresos, situación de desempleo e imposibilidad de acceso a las ayudas sociales. Estas situaciones conllevan un aumento importante del número de demandas dirigidas a Cáritas de ayuda económica para alimentación, higiene, vivienda o pago de suministros, entre otras. A esta precariedad económica se suma la falta de oportunidades en el ámbito formativo y laboral, junto a la brecha digital, provocada no sólo por las dificultades de acceso a Internet o a medios digitales, sino también por el limitado manejo de los mismos o un uso reducido a aplicaciones básicas, lo que dificulta, por ejemplo, el acceso a la información sobre los recursos disponibles.

– Retroceso en sus procesos de recuperación. Las limitaciones impuestas por la pandemia han obligado a muchas mujeres, por razones económicas, a volver a depender de sus parejas, con lo que interrumpen sus procesos formativos en la búsqueda de empleo. En otros casos, su pareja ha perdido el empleo, con lo cual ambos pasan más tiempo en casa, lo que genera mayor sometimiento o situaciones de conflicto y se reavivan los sentimientos de incapacidad sobre la dificultad de salir del círculo de violencia.

– Deterioro de su situación emocional. La incertidumbre provocada por la Covid genera también situaciones que afectan al estado anímico de las mujeres víctimas de violencia, de por sí muy frágil debido a cuestiones preexistentes. A lo largo de los últimos meses ha sido muchos los casos de mujeres acompañadas necesitadas de apoyo emocional y psicológico debido a situaciones de duelo y ansiedad.

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