La Mesa Estatal por los derechos de las personas mayores demanda una Convención Internacional sobre los derechos de los mayores

Con motivo del Día internacional de las personas mayores, que se celebra el próximo 1 de octubre, la Mesa Estatal por los derechos de las personas mayores –de la que forma parte Cáritas– ha enviado un Manifiesto a la Mesa del Congreso de los Diputados, así como a todos los grupos parlamentarios, en el que solicita la aprobación de una declaración institucional que apoye la creación de una Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las personas mayores.

La Mesa Estatal por los derechos de las personas mayores denuncia en su manifiesto que el marco legislativo actual no es suficiente para garantizar la protección de los derechos humanos y la dignidad de las personas mayores. A pesar de que, en el año 2002, Naciones Unidas aprobó el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento (MIPAA), que incluye recomendaciones para abordar los objetivos socioeconómicos en relación con el desarrollo, la salud y el bienestar y los entornos amigables de las personas mayores, este plan no es vinculante jurídicamente y no incluye mecanismos independientes de supervisión, responsabilidad e investigación. Además, este plan omite importantes cuestiones de derechos humanos y carece de acciones específicas para abordar la discriminación por razón de edad.

El Manifiesto enviado a los grupos parlamentarios y a la Mesa del Congreso recuerda que, debido al edadismo que existe en nuestra sociedad, las personas mayores y, particularmente, las personas con discapacidad mayores no pueden disfrutar de sus derechos en igualdad de condiciones que las demás, lo que afecta a multitud de aspectos de sus vidas y a su dignidad. Los estereotipos y prejuicios asociados cultural y socialmente al envejecimiento, a la edad y a las personas mayores hacen que se justifique un trato diferente y discriminatorio al atribuirles un menor valor social y menos capacidades, lo que repercute de forma directa en el disfrute de sus derechos humanos. Además, las mujeres mayores siguen siendo el grupo social en mayor riesgo de exclusión, especialmente si se asocia la edad a factores de interseccionalidad, tales como la discapacidad, la inmigración o la pobreza.

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