«Ser más pueblo» para recrear nuestras relaciones y construir una normalidad más justa y fraterna

Este es el momento del calendario en que las 70 Cáritas Diocesanas de toda España hacen pública su rendición de cuentas y realizan cuestaciones económicas, en un año fuertemente marcado por el impacto de una pandemia sanitaria que ha obligado a multiplicar los esfuerzos humanos y económicos para atender a un número creciente de familias acuciadas por los efectos de la profunda crisis social derivada de la Covid-19.

Pequeños gestos a favor del bien común

La respuesta a este tiempo extraordinario de pandemia y de crisis caracterizado por la fragilidad y la incertidumbre es la que Cáritas quiere transmitir a través del cartel diseñado para el Día de Caridad de este año bajo el lema «#SeamosMásPueblo», un mensaje con el que, como señala Eva San Martín, coordinadora de la campaña institucional, “nos haga tomar conciencia de que, en medio de un tiempo extraordinario y doloroso, necesitamos recrear nuestras relaciones para sostenernos y cuidarnos de una forma nueva”.

La celebración del Día de Caridad en 2021, “tras este largo período dominado por la adversidad de la enfermedad y la inseguridad, por el dolor de la pérdida y la soledad, debe llevarnos a tender manos, a realizar pequeños gestos cotidianos y a participar e intervenir en las dinámicas sociales que nos llevan al compromiso por el bien común”, añade.

Esa es la invitación a celebrar, desde ese pueblo universal que somos, la jornada que la Iglesia dedica a Cáritas para reconocer, como dice el papa Francisco, que “el amor, lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo, es también civil y político, y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor”.

Esta propuesta de Cáritas a tender manos y a realizar pequeños gestos en favor del bien común, se plasma en cuatro objetivos personales que transforman la vida social:

– Cambia tu estilo de vida. Cultiva la cercanía y la disponibilidad. Hazte vecino y vecina, re-vincúlate con otras personas y grupos, atrévete a dar, pero también a pedir, porque esa interdependencia crea fraternidad.

– Cambia tu mirada. Acerca tu mirada a la realidad como hace el buen samaritano. Conocer y poner nombre abre el corazón a la compasión para poder escuchar, atender y sanar a quien se encuentra en tu camino.

– No pases de largo. Seguir a Jesús implica tomar partido y hacer todo lo posible para que la dignidad y la justicia sean realidad para todas las personas. Busca la coherencia en tu vida personal y en las decisiones que tomas con otras personas. Los cambios se gestan desde un nosotros compartido.

– Cambia tu tiempo. Vive de verdad con el corazón abierto al amor. Agradece, bendice, disfruta de la naturaleza y convierte tu vida en alabanza; comparte tu alegría, acompaña el dolor y la tristeza, hazte una persona cercana. El presente está lleno de tiempo para compartir.