Inicio Taller “Operarios de Limpieza”

Guardando las distancias y con todas las medidas de seguridad disponibles contra este virus que nos ha tenido parados durante tanto tiempo, regresamos a la “normalidad” en el Programa de Empleo de Cáritas Lugo con el inicio del taller de “Operarios de Limpieza”.

Esta acción formativa proporcionará al participante los conocimientos, destrezas y habilidades necesarias para desarrollar las tareas propias de esta labor profesional que se encarga de la limpieza de espacios, como residencias, oficinas,etc.; utilizando técnicas, herramientas y productos para este fin.

Proyecto cofinanciado por el Fondo Social Europeo, en el marco del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social POISE 2020-2023, y la Consellería de Política Social con cargo a los fondos del 0,7% del IRPF.

Mensaje con motivo de la festividad del Corpus Christi, Día de la Caridad “Sentado a la mesa con ellos” (Lc 24, 18)

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En la solemnidad del Corpus Christi, el Señor, compadecido de nuestra enfermedad pandémica, de nuestra desesperanza y soledad, nos invita a encontrarnos con Él en el camino y a sentarnos a comer a su mesa. Espera así que, unidos a Él, nos convirtamos en testigos de la fe, forjadores de esperanza, promotores de fraternidad y constructores de solidaridad en medio de esta situación tan dolorosa que estamos atravesando.

1.- En un singular ayuno eucarístico

Hemos vivido semanas sin poder participar física y plenamente de la Eucaristía. Poco a poco vamos volviendo a una cierta normalidad al poder recuperar la participación del Pueblo de Dios en la mesa del Señor. Esta participación será progresiva y estará condicionada por el cumplimiento de las condiciones de aforo y de las normas. Muchos niños no han podido celebrar aún la Primera Comunión y no podrán acompañar a Jesús sacramentado por las calles de nuestros pueblos y ciudades el día del Corpus Christi. Quera el Señor que esta situación de ayuno eucarístico haya acrecentado en nosotros el deseo de la Eucaristía y la necesidad de profundizar en su ser y significado.

  1. La tentación del abandono

El Evangelio según san Lucas contiene un pasaje precioso que recoge la experiencia de dos discípulos que habían abandonado la comunidad, se habían sentido engañados y abandonados por Jesús, que no había cumplido sus expectativas. Desanimados y entristecidos, caminaban esa tarde de domingo hacía la aldea de Emaús. Atrás quedaban sus ilusiones y esperanzas, marchitadas por la incomprensible muerte de su Maestro. De pronto, el sombrío discurrir de sus pensamientos se fue llenando de luz al compartir su historia con un Peregrino que les alcanzó por sorpresa.

Durante aquel encuentro, el Peregrino fue disipando sus dudas y tocando su corazón. Les cautivó de tal manera que ya no les importaba su noche, sino la de aquel buen hombre que quería continuar su camino; “quédate con nosotros”, le dijeron. Sentado a la mesa con ellos, al repetir los gestos de la última cena, mientras pronunciaba la bendición, partía el pan y se los iba dando, lo reconocieron. Al momento desapareció de su vista, pero les quedó clara una cosa: Cristo resucitado les había alcanzado para compartir con ellos sus oscuridades, abrir su corazón al sentido profundo de las Escrituras, compartir la mesa, alimentar su vida espiritual, edificar la comunidad e implantar el Reino. Ahora tocaba volver a Galilea para, juntos, comenzar la misión que el Maestro les había encomendado.

En nuestros días, son muchas las personas que, como los discípulos de Emaús, caminan por la vida con desánimo, sin rumbo, desengañados por malas experiencias. En ocasiones, expulsados de la convivencia social, estos hermanos viven y mueren solos ante la   indiferencia de casi todos. Algunos fueron empujados a su Emaús particular por desengaños amorosos, por fracasos personales, por creerse autosuficientes o porque, sencillamente, no encontraron sitio en una sociedad tremendamente competitiva.

Esta situación de muchos hermanos y hermanas nuestros se ha visto agravada por la reciente pandemia que venimos padeciendo desde hace meses. Dios necesita de cada uno de nosotros para hacerse presente a tantos caminantes de Emaús que avanzan sin rumbo y sin ánimo. Algunos, además, no cuentan con lo necesario para llevar una vida digna pues carecen de la acogida social, de un hogar adecuado y del alimento necesario para el sustento diario. Esta pandemia no solo nos está dejando dolorosas muertes, sino que está provocando además una grave crisis económica y social.

Como consecuencia de la crisis, está creciendo el número de personas que sufren física, social, psicológica y espiritualmente. Muchas ya están experimentando la noche oscura de los discípulos de Emaús al pensar que todo está perdido. Sin embargo, en medio de tanto dolor y desánimo, al igual que los discípulos de Emaús, bastantes hermanos están descubriendo la presencia misericordiosa de Dios en aquellos que el Papa Francisco ha llamado “los santos de al lado”: el personal sanitario, las fuerzas de seguridad, los capellanes de los hospitales, los vecinos… han sido como estrellas de esperanza en el oscuro camino que nos ha tocado recorrer. Hoy, más que nunca, tenemos necesidad de muchas personas que puedan ser “santos de al lado”, de los que Dios se pueda servir para hacerse presente y ofrecer esperanza a quienes caminan perdidos y desesperanzados. 

En medio de tanto dolor, no podemos olvidarnos de aquellos hermanos nuestros que han fallecido por la infección del virus. Oramos por ellos para que participen por toda la eternidad de la victoria del Resucitado. Encomendamos también a sus familiares y amigos para que, además de experimentar la cercanía y el calor de los más cercanos, puedan también descubrir en Jesucristo el fundamento de su esperanza y el faro que ilumine su peregrinación por este mundo hasta el reencuentro futuro.

La Iglesia, la familia de los hijos de Dios, imitando a su Maestro, quiere seguir ofreciendo el sustento material a quien lo necesita, el acompañamiento a quienes se sienten solos y el alimento espiritual, que nace de la Palabra y de los Sacramentos, a todos los que tienen hambre de Dios o necesitan encontrarse con Él para descubrir el verdadero sentido de su vida. Esta es la gran obra social que la Iglesia, nacida del mismo Jesucristo, quiere seguir realizando hasta el encuentro definitivo con el Padre.

  1. Eucaristía: fuente del amor, de la comunión y del servicio

El día antes de culminar su entrega a Dios y a los hermanos, muriendo en la cruz, Jesús, durante la última cena con sus discípulos, quiso dejar un memorial de su obra de salvación instituyendo la Eucaristía. Durante la celebración, pide a los discípulos que renueven aquel gesto y aquellas palabras en memoria de su vida entregada por amor. Con las palabras “haced esto en memoria mía”, confía a la comunidad cristiana el encargo de reunirse con asiduidad para celebrar este misterio de amor y comunión.

La Eucaristía es, por tanto, para el cristiano, el memorial del amor de Dios hacia cada ser humano, que se manifiesta en la entrega de su Hijo Jesucristo. Al participar con fe en la celebración eucarística nos unimos profundamente a Cristo y recibimos de Él la fuerza y el amor necesarios para vivir nuestra entrega generosa y servicial a los hermanos. En cada Eucaristía, actualizamos sacramentalmente este misterio de amor, pero un día al año, el día del Corpus Christi, lo hacemos con una especial solemnidad. Por eso, en esta jornada, la Iglesia celebra también el día de la Caridad, puesto que anunciamos y celebramos con profunda fe que de la Eucaristía mana la fuente de todo amor y santidad.

La Iglesia, inundada de alegría, adorna, canta, proclama y adora a Cristo muerto y resucitado en el sacramento de la fe y de la comunión. Él es el origen, camino y meta que puede dar sentido a toda existencia humana y que muestra la vocación a la que es llamado todo cristiano. Jesús nos da realmente su Cuerpo y su Sangre, verdadero maná, que alimenta nuestra vida y la llena de sentido nuestra peregrinación por este mundo hacía la patria celestial. Al recibir al Señor, recibimos el don de la comunión para vencer el virus de la división y el don del amor para hacer frente a la pandemia de la indiferencia.

Además de alabar y dar gracias a Dios por haberse quedado con nosotros hasta el fin de los tiempos, hemos de acoger con gozo su invitación a colaborar con Él en el anuncio del Reino, en la atención a los hermanos y en la transformación del mundo. En la Eucaristía experimentamos la alegría de vivir y recibimos el alimento necesario para reparar nuestras fuerzas desgastadas en el servicio a los hermanos.

Este trabajo de transformación del mundo no podemos llevarlo a cabo solos. Necesitamos de todos y particularmente de nuestras autoridades políticas, civiles, económicas y religiosas. Necesitamos personas con mucha paciencia, con la mirada puesta en los más frágiles de nuestra sociedad, y con una firme voluntad de llegar a acuerdos y de aplicarlos.

Que exista esa voluntad, es hoy lo más importante. Pedimos a todos los ciudadanos que ayuden a hacer posible un diálogo constructivo y eficaz. Oramos para que los muros sean superados, para que los egos, los intereses particulares y las ideologías sean dejadas a un lado. Oremos para que cuando los interlocutores se encuentren juntos en la misma sala, se miren a los ojos y perciban nuestro clamor y ánimo: «adelante, ustedes pueden…». Esperamos que de estos encuentros emerja también la complicidad y que el gesto de afecto facilite el acercamiento de posturas. Oramos para que el virus de la división, el diabolos, que estará siempre al acecho, no consiga romper el buen hacer de todos los interlocutores pues está en juego la construcción del bien común en esta querida casa de todos, que es nuestra sociedad.

  1. Comunidad misionera al servicio de los pobres

Desde la comunión con quienes sufren a causa de la enfermedad o de la muerte de sus seres queridos, y desde la cercanía a tantas personas que carecen de lo necesario para vivir dignamente, el Señor nos invita a dejarnos alcanzar por Él, a compartir su mesa, a ser sus discípulos y, llegado el momento, nos anima a salir en misión. No podemos quedarnos bloqueados por el dolor. El Señor nos llama constantemente a ser discípulos misioneros, a salir a los caminos y encrucijadas de la historia para convocar a todos, especialmente a los desesperanzados, a los pobres y excluidos, a los que experimentan la violencia y la persecución, y a los que habitan en las diferentes periferias de nuestro mundo.

En cada Eucaristía el Señor nos invita a ser como el peregrino del Evangelio que sale al encuentro de tantos hermanos y hermanas que, como los discípulos de Emaús, deambulan por la vida, marcados por la oscuridad del sinsentido, de la falta de un hogar, de la soledad e incluso de las ganas de vivir. Al comulgar con el Cuerpo de Cristo, somos enviados por Él con la energía y la luz necesarias para salir al mundo, para partirnos por los heridos de la vida, para forjar las comunidades que puedan recibirlos con hospitalidad evangélica.

Quienes se preguntan dónde está la Iglesia en estos momentos, pueden dirigir su pregunta a los pobres, a los enfermos, a los discapacitados, a los que están solos, a los ancianos abandonados, a los que buscan sentido en medio de la oscuridad, a los que han perdido un familiar querido, a tantos que buscan a alguien que les escuche… Ellos han encontrado el rostro de la Iglesia en la acogida de los miembros de Caritas y de tantas otras entidades de Iglesia, en los hospitales, los comedores, los centros de acogida y las residencias de ancianos de parroquias y de diversas instituciones eclesiales. Ellos la han encontrado en tantos hombres y mujeres creyentes, que también son la Iglesia, y que se gastan y desgastan por edificar un mundo más justo, más fraterno, más humano y más abierto a Dios. La han encontrado en tantos médicos, enfermeros, auxiliares, transportistas, farmacéuticos, policías, militares, muchos de ellos católicos, que son también la Iglesia. La Iglesia, con la ayuda del Señor, seguirá realizando este servicio diariamente, con humildad, sin pretender ocupar las primeras páginas de los periódicos.

Hoy, día del Corpus Christi y de la Caridad, la Iglesia que peregrina en España da gracias a Dios por los miles de católicos que, unidos al Señor, iluminados por su Palabra, alimentados del Cuerpo de Cristo, viven ofreciendo sus vidas y sus recursos a los más necesitados. Damos gracias a los agentes de pastoral, a los voluntarios de Caritas y de tantísimas otras instituciones de la Iglesia. Esta familia que es la Iglesia invita a orar con intensidad por todos ellos, para que el Señor les regale fortaleza de espíritu y lucidez para afrontar la nueva realidad de necesidad y pobreza que está emergiendo. Y, al mismo tiempo que recibe el don del Corpus Christi, invoca la especial intercesión de María para que nos libre de la pandemia provocada por el coronavirus y de tantas otras pandemias que a veces nos quedan lejanas pero que provocan sufrimiento a muchos hermanos y hermanas de aquí y del mundo entero. Que Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, nos ayude a poner siempre nuestro corazón en los bienes del cielo y oriente nuestra mirada hacia sus hijos más necesitados.   

 

Subcomisión Episcopal de Acción Caritativa y Social

Mónica Yáñez: “La crisis sanitaria afectó más a los colectivos vulnerables”

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A lo largo del pasado año, Cáritas Diocesana en Lugo atendió a 5.900 personas y entregó más de 470.000 euros en ayudas. Su secretaria general, Mónica Yáñez, explica que el Covid-19 incrementó la pobreza y augura un futuro poco alentador.

La crisis sanitaria afectó a toda la ciudadanía, pero se cebó especialmente con los más necesitados, a los que sumió en un pozo del que han logrado reflotar gracias a la colaboración de entidades como Cáritas Diocesana en Lugo. Mónica Yáñez, su secretaria general, reconoce que han sido tiempos «difíciles», pero advierte de que la lucha contra la pobreza es un camino todavía más largo y complicado, en el que cualquier ayuda es bienvenida.

¿Cómo cambió el mapa de la pobreza en Lugo con la crisis sanitaria del Covid-19?
Nosotros detectamos un aumento importante de las familias que acuden a Cáritas a pedir ayuda. Antes de la crisis estábamos apoyando y acompañando a muchas personas con empleos precarios, e incluso de economía sumergía, que ahora se han quedado sin ingresos. También nos llegaron familias que vivían al día y que a raíz de la crisis se han quedado sin trabajo, o que no habían cobrado todavía el Erte y no tenían recursos. Sin duda, la situación de pobreza ha ido en aumento.

Entrevista completa en El Progreso

Memoria 2019

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Ya está disponible la Memoria con todas las actividades realizadas por Cáritas Diocesana de Lugo durante 2019.

” Como la palabra lo dice, la memoria es el recuerdo, y nuestro afán es compartir con ustedes el resultado del trabajo que realizamos al largo del año 2019; nuestros proyectos, trabajos y esfuerzos siempre realizados con el deseo de servir a nuestros semejantes que se encuentran en situación de desigualdad.

El año 2019 fue un año muy importante para Cáritas Diocesana de Lugo ya que conseguimos la Certificación de Calidad ESO 9001 de toda nuestra acción desenrollada por toda la Diócesis.

Esto supone una gran responsabilidad ya que nos obliga a mantener estos estándares de calidad y excelencia en nuestra gestión. Impregnada toda ella nos nuestros valores (centralidad de la persona, justicia, solidaridad, participación, espíritu de mejora y transparencia).

Las personas en situación de vulnerabilidad merecen que los acompañemos desde el amor pero también desde la inteligencia, procurando que esa atención sea la más eficiente posible.

Todo lo eres sería difícil de llevar a cabo sin la implicación y el trabajo llevado a cabo por los voluntarios y técnicos que conforman el Equipo de Cáritas Diocesana de Lugo en nuestra Diócesis, por los párrocos y entidades religiosas que trabajan en los distintos territorios y por los socios, donantes y colaboradores que hacen posible que Cáritas Diocesana de Lugo llegue a los lugares más inhóspitos de nuestra geografía gallega.

Detrás de cada acción siempre hay personas, una familia y una historia: una vida, en resumen, montón de situaciones injustas y de carencias. Quien tenemos el privilegio de trabajar en Cáritas, nos sentimos obligados a poner todas nuestras capacidades al servicio de nuestros semejantes más vulnerables”.


Ginés F. Plaza Fernández.
Director de Cáritas Diocesana de Lugo.

Semana de la Caridad: Cáritas reivindica «el poder de cada persona» y de «cada gesto» para cambiar el mundo

Arranca la Semana de la Caridad, una convocatoria que lanza Cáritas Española con motivo de la celebración, el domingo 14 de junio, fiesta del Corpus Christi, del Día de Caridad.

Bajo el lema “El poder de cada persona. Cada gesto cuenta”, la convocatoria de este año tiene un sentido diferente y especial, marcado inevitablemente por los profundos efectos sociales, sanitarios y económicos del coronavirus. Esta pandemia mundial está suponiendo un auténtico reto organizativo para la Confederación Cáritas dentro y fuera de España, que se ha volcado en prestar acompañamiento de emergencia a cientos de personas en grave situación de precariedad.

Gestos de solidaridad que brotan ante tanta fragilidad

La Covid-19 nos ha obligado, como se explica en los materiales editados por Cáritas con motivo del Día de Caridad “a disponer de nuestras vidas de una forma inimaginable hace tan sólo unos meses” y “los hábitos cotidianos, la forma de relacionarnos y la gestión de nuestras emociones nos han desbordado”. Además, “la enfermedad, la muerte de nuestros seres queridos y el aislamiento han dejado paso a la inseguridad económica y laboral, a la falta de recursos básicos, a la pérdida de empleo o a los ERTES”. Como consecuencia de todos ello “emerge una sociedad mucho más frágil y vulnerable con una hoja de ruta más llena de incertidumbres que de certezas”.

A pesar de estas incertidumbres, en medio de esta fragilidad se están viendo “brotar miles de gestos solidarios llenos de caridad, de ese amor gratuito que nace del corazón de forma libre y desinteresada, sin esperar nada a cambio”. La experiencia vital de estos meses “nos ha hecho reaccionar ante el sufrimiento y el dolor compartido, nos ha empujado a rescatar nuestro sentido de identidad y pertenencia y nos ha posicionado en lo comunitario, en priorizar el bien común que nos identifica como seres vivos: la protección y defensa de la vida”.

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Cáritas aplaude la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, un paso decisivo en la lucha contra la pobreza severa

La aprobación, en el Consejo de Ministros del 29 de mayo, del Real Decreto-Ley 20/2020 por el que se establece Ingreso Mínimo Vital supone para Cáritas un paso decisivo en la lucha contra la pobreza severa, que nos dignifica como país al reforzar nuestros sistemas de garantías sociales para las personas excluidas y nos acerca a la media europea en materia de ingresos mínimos.

Una medida demandada por Cáritas desde hace años

La necesidad de una renta mínima estatal era una medida demandada por Cáritas desde hace años –es una de las 8 Propuestas políticas presentadas ante las últimas elecciones legislativas— y cuya necesidad había sido planteada de manera reiterada tanto por la Fundación Foessa como por el sector social en su conjunto.

Por propia experiencia, sabemos el alivio que esta medida va a suponer para las extremas condiciones de vida de cientos de miles de hogares españoles –muchos de ellos acompañados por Cáritas— que carecen de ingresos y que podrán acceder a partir de ahora a una medida protectora capaz de garantizar sus derechos básicos. Como se señala expresamente en la Exposición de Motivos del decreto, el ingreso mínimo vital “actuará como un seguro colectivo frente a los retos que nuestras sociedades enfrentarán en un futuro próximo”.

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Proceso de Selección del Taller de Operarios de Limpieza

Esta acción formativa proporcionará al participante los
conocimientos, destrezas y habilidades necesarias para desarrollar
las tareas propias de esta labor profesional que se encarga de la
limpieza de espacios, como residencias, oficinas,etc.; utilizando
técnicas, herramientas y productos para este fin.

REQUISITOS PARA PODER PARTICIPAR EN LA ACCIÓN FORMATIVA:

  • ESTAR DESEMPLEADO (INSCRIPCIÓN EN EL SERVICIO GALEGO DE COLOCACIÓN).                        – PRESENTAR JUSTIFICANTE DE DEMANDA DE EMPLEO Y VIDA LABORAL ACTUALIZADAS.
  • LEER Y ESCRIBIR CASTELLANO.
  • SUPERAR PROCESO DE SELECCIÓN (ENTREVISTA PERSONAL)
  • COMPROMETERSE A PARTICIPAR EN UN ITINERARIO DE INSERCIÓN SOCIOLABORAL.
  • NO HABER PARTICIPADO EN CONVOCATORIAS ANTERIORES.
  • SÓLO UN MIEMBRO POR FAMILIA.

INFORMACIÓN: PROGRAMA DE EMPLEO CÁRITAS DIOCESANA DE LUGO                                  SOLICITAR CITA: 982 24 20 09

Acción formativa desarrollada por el Programa de Empleo de CÁRITAS DIOCESANA DE LUGO cofinanciado por el Fondo Social Europeo, en el marco del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social POISE 2014-2020, y la Consellería de Política Social con cargo a los fondos del 0,7% del IRPF.



Día de la Familia: Cáritas constata el retroceso de los niveles de exclusión de muchas familias por el coronavirus

En el Día Internacional de las Familias, Cáritas llama la atención sobre el impacto del coronavirus en las condiciones de desprotección de las familias más vulnerables, que están agravándose a causa del confinamiento y la ausencia de ingresos. Si antes de la actual pandemia el proceso de integración de muchas familias y hogares españoles en situación de pobreza y exclusión social se mostraba todavía débil en su recuperación e inestable en su duración, ahora el retroceso está siendo importante.

Situación al límite tras dos crisis consecutivas

Los equipos diocesanos y parroquiales de Cáritas en toda España están siendo testigos directos de cómo la economía de muchas familias está al límite y cómo son muchos los hogares que han visto como uno o los dos progenitores se han quedado sin empleo, con las consecuencias materiales y psicológicas que ello conlleva. Y aunque el Estado, garante de sus derechos fundamentales, está invirtiendo importantes recursos de apoyo, estos no llegan a cubrir la protección que requieren las familias en situación de mayor fragilidad.

La red de seguridad con la que cuentan las familias españolas, que no habían podido recuperarse todavía tras los efectos de la crisis económica del 2008, se ido debilitado en la última década, con lo que la situación de partida ante el impacto del coronavirus era bastante precaria para muchas familias. Esta situación de vulnerabilidad no ha hecho más que agravarse tras la irrupción devastadora de la Covid-19.

Como se indica en el VIII Informe FOESSA, la presencia de menores en el hogar incrementa el riesgo de caer en exclusión. Los datos recogidos en el mismo señalan que el 21% de los hogares con menores a cargo se encuentran en situación de exclusión (el 16% en el caso de hogares sin menores), una cifra que se dispara hasta el 28% cuando se trata de un hogar monoparental y al 33% en el caso de familias numerosas.

«Esta es la primera vez que vengo a pedir ayuda»

Al despacho de Concepción Genoveva Romero entran las personas que llaman por primera vez a Cáritas porque necesitan ayuda. Ella trabaja desde hace 25 años como técnica en el programa de acogida, que se encarga de esa primera toma de contacto y de derivar a los usuarios al tipo de asistencia que mejor se ajuste a sus necesidades. Considera que el covid-19 ha llevado al límite la resistencia de muchos: «Las personas que tenían trabajos irregulares están ahora muertas de miedo».

El perfil de la persona que demanda ayuda para comer o para pagar el alquiler cambia, según apunta, con una crisis de semejante envergadura: «Son más ‘normalizados’, aunque no me gusta mucho esa palabra, pero es gente que tenía trabajo y le costaba mucho llegar a fin de mes. Ahora no tiene ahorros».

Si además esa persona no tiene familia ni amigos que puedan echarle una mano, se encuentra en total desamparo. En esos casos, Cáritas se encarga de gestionar la asistencia al comedor social, así como la entrega de vales canjeables en el supermercado.

«La primera vez»

Johan Arango tiene 27 años y aguarda en el recibidor de Cáritas a ser atendido: «Esta es la primera vez que vengo a pedir ayuda». Vino a España desde Colombia en busca de oportunidades, pero después de un año aquí la pandemia por covid-19 ha terminado de levantar ante él una barrera infranqueable.

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1º de Mayo: «Iglesia por el Trabajo Decente»

Ante el 1º de Mayo de 2020, Día Internacional del Trabajo, extraordinariamente marcado por la crisis de la pandemia, las organizaciones promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) unimos nuestras voces y fuerzas, en esta celebración del trabajo y de san José obrero, para reafirmar que el trabajo es para la vida, que debe garantizarse unas condiciones laborales que protejan la integridad física y psíquica de la persona, y favorezca su protección social, esenciales para una vida digna.

En el Manifiesto que con motivo de este 1ª de Mayo excepcional hace público Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), las entidades de inspiración cristiana que impulsan en España esta iniciativa (Cáritas, Conferencia Española de Religiosos CONFER, Hermandad Obrera de Acción Católica HOAC, Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica JEC y Juventud Obrera Cristiana JOC) reclaman con urgencia la aprobación de un ingreso mínimo garantizado, el reconocimiento del derecho a la prestación por desempleo para las personas empleadas de hogar, la regularización extraordinaria e inmediata de los trabajadores “sin papeles” y un pacto de Estado que apueste por la centralidad de la persona y el trabajo decente.